A la hora de elegir cualquier compañía de luz y de gas para el domicilio, es muy importante tener en cuenta diferentes factores para terminar de tomar la decisión correcta. Muchas de estas compañías suelen ofrecer tarifas planas de gas y electricidad que prometen a los usuarios tranquilidad durante todo el año debido a la existencia de una cuota fija.

Dicha cuota será fraccionada en forma de facturas que serán más grandes en los meses del año donde se produzca un gasto energético más elevado, como puede ser la temporada de invierno. Esta alternativa es bastante atractiva para los usuarios, pues son capaces de organizar mejor sus presupuestos e incluso habrá meses en los cuales no necesiten utilizar demasiada energía, por lo que los costes serán más bajos. Sin embargo, antes de contratar ninguna compañía, es fundamental analizar si para el tipo de domicilio de cada usuario esto sería recomendable o no.

Existen algunas cooperativas, como Gas Natural Fenosa, que no solamente ofrecen tarifa plana de gas, sino también de electricidad. Este tipo de compañías ofrecen una especie de bono por una cantidad y precio de kWh concreta, los cuales son calculados de forma anual y con una cuota a lo largo de todo el año.

Es importante tener muy en cuenta el tipo de vivienda en el que se está residiendo en la actualidad, pues dependiendo de sus características, convendría más contratar una cuota fija o una tarifa plana. En el caso de esta última, puede darse la situación de que desincentivan el ahorro.

Esto es debido a que, una vez contratadas, se pagará siempre el mismo precio independientemente del consumo de energía que se realice. Los usuarios siempre saben los costes que se les aplicará en su factura a final de mes, lo que querrá decir que no pagarán menos en los meses de menor consumo energético, pero tampoco pagarán más cuando gasten más electricidad, agua, gas, etc.

Esto es muy cómodo para aquellas personas que prefieren tener sus gastos controlados, sin pensar en cuándo los precios pueden bajar o subir.

No obstante, hay quienes prefieren una cuota fija, donde la compañía tiene en cuenta los consumos pasados y estos se van midiendo y facturando. A finales de año, se comparan las cantidades facturadas con las abonadas, y en caso de haber pagado más, ese dinero se descontará de la factura siguiente. Lo mismo pasaría en caso de haber pagado menos.

 De esta forma, se evitan gastos que pueden descolocar o alterar la economía de la familia durante los meses de alto consumo.

Es muy importante tener en cuenta todas estas cuestiones antes de elegir un modelo de pago u otro. La obtención de electricidad es algo fundamental en cualquier vivienda, por lo que conviene ser muy cauteloso a la hora de tomar este tipo de decisiones. De esta manera, se podrá ahorrar energía, además de bastante dinero una vez se comprueben las facturas a final de cada mes.

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